Estas son las plantas que puedes ubicar en espacios cerrados
El calificativo de plantas de interior son todas aquellas especies que por sus peculiares requerimientos de luz, temperatura y humedad, no soportan una estancia prolongada en el exterior del hogar. De los requerimientos y cuidados que hay que proporcionar a este tipo de plantas es de lo que trataremos en esta ficha.
Ubicación de las plantas de interior
El lugar más idóneo para la mayoría de las plantas de interior lo constituye una habitación que tenga orientación sur o este, con amplios ventanales y en la que existan rincones con abundante claridad, pero a los que no acceda el sol directo.
Cuando hablamos de la ubicación debemos tener en cuenta 2 aspectos
- Las características del ambiente: Importante para el buen desarrollo y crecimiento saludable de la planta
- El ambiente o habitación específica: Importante para el aspecto ornamental que dará la planta en dicho espacio.
Para el primer caso hemos desarrollado un artículo sobre las plantas de interior en la decoración donde que explicamos en qué sector de la habitación ubicar cada especie según sus características. Puedes ver el artículo completo Aquí
Una vez conocidas las características de cada planta y cual es el mejor sitio para colocarla, es el momento de saber qué planta elegir para cada ambiente, sea el baño la cocina, la habitación o el living. Para esto puedes ver las opciones y sugerencias en Decoración con plantas de interior para cada espacio Aquí
Clima y temperatura para las plantas de interior
El clima adecuado para todas las plantas de interiores debe ser templado. La temperatura más adecuada debe oscilar entre los 15° y 25° C, con un índice de humedad lo más elevado posible. Si la habitación dispone de calefacción central se hace necesario rociar frecuentemente a la planta con un pulverizador o en su defecto, situar bajo cada maceta un pequeño recipiente con unos dos dedos de agua.
Cuidados generales de las plantas de interior
A pesar de que el numero de especies es muy elevado y de que las necesidades varían de unas a otras, como norma general se recomienda:
Riego adecuado
Un riego generoso cada dos o tres días en tiempo seco, uno ligero cada 3-5 días si el tiempo es templado y mantener la tierra sólo ligeramente húmeda si el tiempo es frío, para lo que bastará regar la maceta cada 8-10 días. Algunas especies, como los cactus y ciertas orquídeas, requieren un período de reposo que suele coincidir con el invierno. Durante esta época los riegos se restringen al mínimo y se sitúa la planta en una zona con temperaturas entre 11° y 15° C.
Mantender la tierra fertil
Con respecto al abonado es recomendable aplicar un abono comercial soluble en el agua de riego que aplicaremos de forma quincenal desde que se note la brotadura de nuevas hojas hasta que la planta haya terminado su floración.
Cuidado de las hojas
Los abonos foliares sólo son recomendables para aquellas especies que disponen de hojas anchas y no es recomendable aplicarlos mientras que la planta esté en flor. De los abrillantadores es mejor prescindír, pues pocas especies los toleran bien y se pueden conseguir resultados similares limpiando las hojas con una esponja suave y agua tibia.
Trasplantes necesarios
Los trasplantes deben reducirse a uno anual mientras que la planta sea joven, para después irlos distanciando a medida que se hace más grande. Esta operación conviene realizarla en los períodos de reposo de la planta.
¿Qué plantas de interior son más recomendables?
Para aquellas personas que gusten de tener plantas en el interior de su hogar, pero tengan poco tiempo para sus cuidados, lay unas cuantas especies que apenas les plantearán problemas. Si la casa tiene abundante luz y buena temperatura se puede recurrir al empleo de Echeverias, Dieffenbachia, Crásula arborescente, crotón, clorófito o cintas, casi todos los tipos de cactus, palmera datilera y varios tipos de drácenas. Si, por el
contrario, la casa está poco iluminada, la elección es más restringida, pero puede intentarse el cultivo de azaleas, rafidófora, varias especies de heléchos como el platicerio o la pellea, la Aglaonema y costillas de Adán.