Apio es el nombre vulgar de las especies de plantas de hojas comestibles del género Apium.
Ficha de Cultivo de Apio
Plantación:
Se realiza durante la estación templada a partir de ejemplares obtenidos en semillero caliente.
Cuidados básicos:
Para el cultivo del apio se requiere un suelo muy fértil y alcalino, al que se ha de suministrar riegos abundantes. Para que los tallos pierdan su amargor inherente es necesario recurrir al aporcado, es decir, a cubrirlos con tierra. Esta I operación se efectúa en tres etapas. En la primera, cuando la planta tiene unos 30 em. de altura, se atan las hojas y se envuelven en plástico negro, cubriéndolas a continuación con tierra húmeda. A las tres semanas se acumula más tierra alrededor y pasadas otras tres semanas se cubren ya totalmente los tallos dejando sólo las hojas
superiores libres. Si no se quieren realizar todas estas operaciones se puede recurrir a variedades que no precisen blanqueo, aunque son menos jugosas, y por tanto, menos apreciadas para usos culinarios.
Abonado:
L:n las zanjas de plantación se incorpora una capa de unos Ls cm. de estiércol viejo, turba o lúpulo, aplicándose a continuación un abono mineral a razón de 60 gr. por metro plantado.
Otras labores:
Conviene eliminar los hijuelos laterales para que la planta tenga más vigor.
Recolección:
Se realiza a partir de las nueve semanas de iniciado el aporcado, comenzando por el final de una hilera y tratando de no dañar las plantas próximas.
Plagas y enfermedades:
La mosca del apio, y más concreto su larva, puede causar estragos en los cultivos. Para evitarlo se espolvorea sobre el suelo hollín y sobre las hojas Lindano.
Consejos útiles:
Para evitar que las heladas tardías pudran los tallos es conveniente protegerlos con paja o túneles de plástico, si existe peligro de que se produzcan.