Cultivo de cactus: cuidados mantenimiento y reproducción

Antes de conocer los cuidados de estas plantas suculentas te sugerimos visitar la Ficha Botánica de las cactáceas para conocer las características generales de los cactus.

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Las cactáceas y los tratamientos adecuados

Los cactus son muy fáciles de cultivar debido a que se trata de plantas muy duras y resistentes. Sin embargo, el frio por períodos largos y las heladas intensas, en ocasiones, pueden impedir la viabilidad de sus especies. Así como las regiones de mucha humedad o altas precipitaciones.

Por esta razón se recomienda realizar los cultivos en zonas donde la temperatura no sea inferior a los 5 °C. Por el contrario cuanto mayores sean temperaturas, mejor será el desarrollo de los cultivos.

Si los climas no son los apropiados se puede cultivar en invernaderos o sitios techados que lo protejan de heladas y excesos de humedad. Siempre cuidando que reciba una importante cuota de luz natural.

Estas plantas pueden ser la solución para los aficionados a la jardinería que tengan poco tiempo, pero que no quieran renunciar a este relajante entretenimiento. El motivo radica en que es un grupo muy resistente a la falta de riego y los cuidados que necesitan son mínimos.

Cuidados de los cactus

Los cactus son plantas adaptadas naturalmente a climas muy cálidos y secos. Por tal motivo, los cuidados son algo contrario a lo que usualmente aplica a la mayoría de las plantas.




¿Qué condición es requiere un cactus?

Por proceder normalmente de zonas desérticas, los cactus son,
sin duda, el grupo de plantas más resistentes a las altas temperaturas de cuantas puede cultivar el aficionado. También son bastante resistentes a las temperaturas frías, soportando mínimos de hasta 7 o C, pero para que puedan resistirlas adecuadamente hay que procurar que nunca se den juntas las condiciones de frío y humedad ambiental, pues se producirían pudriciones y gran número de enfermedades criptogámieas.

Es por este motivo el que durante los meses más fríos haya que suprimir casi completamente el riego. Otro dato a tener en cuenta, sobre todo si el cultivo se realiza en el interior de la casa, es que durante el invierno los cactus deben mantenerse en la habitación más fría, pues el calor producido por las calefacciones impide que se produzca el reposo del período invernal, imprescindible si se desea que las plantas florezcan normalmente.

Una temperatura media de 10° C sería la ideal durante esta época. Otro requerimiento fundamental que hay que vigilar es que, aunque los cactus necesitan buena luz, esto no significa que todos soporten el sol directo. Muchos viven entre matorrales, arbustos o rocas que tamizan la luz solar y, por tanto, a la hora de instalarlos en casa hay que proporcionarles unas condiciones similares a las de su hábitat natural.

Como norma general se puede decir que los cactus que posean agudas espinas, gruesas costillas o abundantes pilosidades requieren fuerte iluminación, mientras que los ejemplares desprovistos de estas defensas o que las tienen de tamaño o
número reducido, requieren un cierto sombreado.

Dentro de las condiciones generales, el último factor a vigilar es la ventilación. Lo ideal sería que los ejemplares se desarrollasen en el exterior, pero dado que en muchas regiones el frío puede ser intenso, al menos hay que proporcionarles un buen aireado diario situándolos cerca de una ventana abierta y siempre que la temperatura del exterior no sea inferior a los 10° C.

¿Cuál es el mejor suelo?

Aunque los cactus en su hábitat natural crecen en suelos de gran pobreza, si se desea que crezcan lozanos habrá que suministrarles una tierra algo más nutritiva.
Hay muchas fórmulas y mezclas en los libros de jardinería, pero tal vez la más acertada y simple sea la formada por un 50 por 100 de arena de rio y un 50 por 100 de mantillo de hojas o turba de esfagno. Esta combinación da una porosidad y riqueza en elementos nutritivos perfecta.

Sustrato

Lo primero que tenemos que preparar es un sustrato adecuado para que el cactus pueda sobrevivir y desarrollarse correctamente.

Dado que los cactus acumulan gran cantidad de reservas de agua para su supervivencia, es menester que el sustrato no retenga demasiado el agua de riego o de lluvia, ya que esto podría pudrir las raíces y en segundo lugar, la planta podría dejar de desarrollarse, al no tener la necesidad de acumilar dichas reservas.

Para lograr esto, debe mezclar una parte de tierra fertil sea de jardin o abonada y una parte de perlita o vermiculita, es decir, las proporciones deben ser de 50% de cada una, lo cual resulta ideal, aunque podría variar si queremos que predomine más la tierra, en hasta 70 y 30 por ciento respectivamente.

Es importante comprender que los cactus están preparados para vivir con escasos recursos, tanto de nutrientes como de agua, por lo que, resguardar que esto se cumpla, le otorgará los mejores resultados en cuanto a crecimiento y preservación de la morfología de la especie.

Como hemos mencionado, el sustrato debe ser esponjoso y garantizar un buen drenaje, la acumulación de agua puede alentar el crecimiento de la planta e incluso pudrir sus raíces.

Sin la tierra que va a suministrar no es fértil o desconoce si está apta para el cultivo, puede añadirle humus en las siguientes proporciones; 40% de humus y 40% de tierra, 20% de perlita o vermiculita.

Ph: el nivel ideal del pH del suelo debe ser ligéramente ácido; entre 5.5 y 6.5.

Si se desea prolongar el riego se puede añadir un 5% de turba al sustrato para mantener la humedad del mismo por más tiempo. Esto es Ideal cuando reciben escasos mantenimientos, aunque se recomienda solo para cultivo de cactus en maceta donde no reciban agua de lluvia o en regiones de muy escasas precipitaciones.

Riego

Los riegos deben ser de escaso o nulos si están expuestos a zonas húmedas o con lluvias. Los riegos deben realizarse pasados unos días luego de que el suelo se haya secado por completo. Mantener el sustrato húmedo provoca que la planta detenga su crecimiento y un riego en exceso puede pudrir sus raíces y provocar su muerte.

¿Cómo y cuándo se abonan?

Si la planta ha permanecido más de un año en la misma maceta será conveniente que durante la primavera y el verano se les proporcionen ligeros riegos fertilizantes semanales. Es importante que el abono sea especial para cactus, pues los de tipo general suelen llevar una alta proporción de nitrógeno que a estas plantas les es perjudicial, ya que provoca la formación de tejidos muy acuosos y débiles.

Reproducción de cactus

Los cactus se pueden reproducir por pencas cortándolas de cuajo y plantándolas directamente en tierra. Algunas especies producen hijuelos a partir de sus areolas, los cuales son fáciles de desprender para luego trasplatarlos.

Conclusiones

Los cactus son muy fáciles de cultivar de cuidar y de reproducir, pero es importante que no te excedas con las dosificaciones de agua y nutrientes y sobretodo garantizar el drenajes y esponjosidad del sustrato ya que estos descuidos pueden ser letales para estas plantas.

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